Desde que probé estos helados de chocolate con leche se han convertido en mi postre favorito durante el verano. Están deliciosos y son muy muy cremosos.
Aunque ahora llega el otoño y también apetecen postres más contundentes, no os podéis perder estos deliciosos helados que encantarán tanto a los más peques de la casa como a los más mayores.
La receta la saqué del nuevo libro de Sandra Mangas "Polos & Helados" aunque hice algunos cambios. Usé chocolate con leche de cobertura en lugar de negro y disminuí algo la cantidad de azúcar.
Ingredientes (salen unos 12 helados):
250 gramos de chocolate con leche troceado (yo usé chocolate con leche de cobertura).
1 litro de leche.
120 gramos de azúcar blanco en grano.
30 gramos de maizena.
Preparación:
De la leche retiramos un vaso que lo dejaremos aparte. Llevamos a ebullición el azúcar y el resto de la leche. Cuando hierva, lo apartamos del fuego, agregamos el chocolate troceado y removemos hasta que esté completamente disuelto.
Mezclamos el vaso de leche que apartamos al principio con la maizena. Removemos hasta que esté bien mezclada e incorporamos a la mezcla anterior de chocolate.
Lo volvemos a llevar al fuego hasta que el chocolate espese un poco. Dejamos templar y repartimos en los moldes. Colocamos los palitos y los dejamos en el congelador hasta que estén totalmente congelados.
Cada verano cuando estábamos en el pueblo, a mediados de Agosto íbamos con mi madre a coger moras. Se convertía en todo un acontecimiento divertido y maravilloso al que se unían muchos niños del pueblo. Y siempre llegábamos a casa con más de un cubo llenito de deliciosas moras grandes y que yo particularmente me comía a puñados solas o con azúcar sin dejar a mi madre hacer ningún postre con ellas. En el pueblo donde vivo las moras no son igual, no son tan grandes ni tan dulces, hace falta que llueva un poquito más pero igualmente me encanta salir a pasear al campo a recogerlas. El otro día fuimos mi hermana y yo y apenas cogimos unos puñados pero con los que he hecho un delicioso y jugoso "plumcake de moras". Sino conseguis moras podéis hacerlo de otras frutas pero este está realmente delicioso y así hacemos postres de temporada y ya de paso dais un paseo por el campo. La receta está basada en el plumcake de limón del libro Bollería hecha en casa de Xavier Barriga. En el Streusel de moras usé su receta de streusel de limón y sustituí la almendra molida por galleta picada. Ingredientes para el plumcake: Os pongo la mitad de los ingredientes de la receta pues yo la hice tal cual y sale muy grande. 150 gr. de azúcar en grano. la ralladura de un limón. 3 huevos. 50 ml. de nata líquida. 5 ml. de ron. 85 gr. de mantequilla tostada. 185 gr. de harina floja (harina normal de trigo). 4 gr. de impulsor o levadura química (de la que blanca que viene en polvo). una pizca de sal. Streusel de moras. Ingredientes para el streusel de moras: 30 gr. de mantequilla fría. 45 gr. de azúcar en grano. 35 gr. de harina floja. un buen puñado de moras. 35 gr. de galleta molida (galleta en polvo).
Preparación del Plumcake de moras: Ponemos la mantequilla en un cazo y la tostamos al fuego sin dejar de remover hasta que tenga un bonito color dorado. Después la dejaremos enfríar a temperatura ambiente. Mezclamos la harina floja y la levadura y la tamizamos. Yo lo hago con ayuda de un colador grande. Mezclamos el azúcar en grano con la ralladura de limón. En la batidora echamos los huevos y la mezcla de azúcar y la ralladura de limón. Cuando esta mezcla haya esponjado bien, añadimos la nata líquida y el ron sin dejar de batir a velocidad lenta. Incorporamos la mantequilla tostada con cuidado y finalmente, la mezcla de harina y levadura y una pizca de sal. Dejamos reposar la masa en la nevera durante unos 30 minutos. Encendemos el horno y lo calentamos a 180ºC. Pincelamos el molde que vayamos a utilizar con mantequilla fundida y espolvoreamos ligramente con harina. Vertemos la masa en el molde, sin sobrepasar las tres cuartas partes de su capacidad. Es ahora cuando echamos las moras previamente lavadas y bien secas sobre la masa. Con ayuda de una cuchara movemos la masa con cuidado para hacer que las moras queden dentro de la misma. Esparcimos con las manos una cantidad apropiada de streusel por encima del plumcake. Horneamos el plumcake durante 30 minutos aproximadamente (esto depende mucho del tamaño del molde, yo lo hice del doble de las cantidades y mi molde era bastante profundo por lo que lo tuve algo más del doble del tiempo). Como siempre para ver si está bien cocido, clavaremos un palillo en el centro del plumcake; si el palillo sale limpio y seco, puedes retirarlo del horno, en caso contrario, dejaremos cocer un poco más y repetiremos la prueba. Nunca pinchéis el pastel hasta casi terminar la cocción pues entonces se bajará al abrir la puerta del horno y entrarle aire. Preparación del Streusel de moras: Sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos en dados pequeños.
La mezclamos con el resto de los ingredientes menos las moras que añadiremos al final para que no se rompan. Trabajamos el conjunto con la mano hasta que se forme una especia de masa granulada. No debemos trabajarla en exceso, pues el streusel debe quedar como si fueran migas. Añadirlo por encima de la masa del plumcake antes de hornearlo. Espolvorear por encima las moras.
Hacía mucho tiempo que no publicaba ninguna receta y qué mejor que hacerlo con estos deliciosos panecillos de miel. Hace tiempo que los había echado el ojo en el maravilloso blog de Mis recetas favoritas donde siempre encuentro recetas que me apasionan y cuando los probé no me quedó ninguna duda, tiernos, esponjosos y con un sabor delicioso. Se pueden rellenar tanto de dulce como de salado, los puedes mojar con un chocolate o tostar y tomarlos con tomate y aceite.
Muchos de vosotros lo sabéis por el Facebook pero para los que no, os diré que voy a ser mamá. Tendremos a nuestro primer pequeñín para estas navidades y estamos muy muy contentos¡¡¡ Por eso mi ausencia estos meses pero os prometo que a partir de ahora publicaré más a menudo.
Espero que os gusten estos panecillos tanto como a mí. Son muy fáciles de hacer. Me encanta hacer masas que lleven patata cocida pues les da un sabor y una textura deliciosa. Os animáis a probarlos?
Ingredientes:
150 gramos de patata cocida hecha puré.
300 gramos de harina de fuerza.
4 gramos de levadura seca de panadería.
60 gramos de miel.
80cc. de leche.
3 gramos de sal.
1 huevo mediano (unos 50 gramos).
30 gramos de aceite de oliva.
Utilizaremos después 30 gramos de mantequilla justo antes de hornear los bollitos.
Preparación:
Colocamos todos los ingredientes en nuestra amasadora menos la mantequilla o si lo hacemos a mano lo haremos igual salvo que tendremos que tener paciencia y amasar manualmente. Es importante echar primero los ingredientes líquidos, después la levadura, el puré de patatas, la harina y junto con la harina la sal. Es importante no echar la sal con la levadura pues haría que esta última perdiera algo su efecto.
Amasamos bien hasta que la masa esté bien elástica, blandita y manejable.
Colocamos nuestra masa sobre una mesa enharinada y la damos forma de bola.
La dejamos en un envase un poco engrasado y la dejamos reposar bien tapada y en un sitio calentito y sin corrientes hasta que doble su volumen, aproximadamente una hora. Yo la suelo dejar en el horno apagado y con la puerta cerrada. Tapo el envase con papel film y luego pongo unos trapos de algodón por encima para que de más calor.
Dividimos la masa en 8 bolitas y las dejamos reposar 15 minutos.
Formamos los panecillos de la siguiente manera. Aplastamos un poco cada bola con la mano, luego con el rodillo enharinado damos forma alargada a cada bola, así como forma elíptica. Doblamos la mitad hacia el centro y luego la otra mitad también. Juntamos las dos mitades y las sellamos pellizcándolas bien una con la otra. Si hace falta modelamos los panecillos un poquito más con las manos.
Colocamos nuestros panecillos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Los separamos entre sí para que luego no se nos peguen. Con ayuda de una cuchilla bien limpia hacemos un corte a cada panecillo por arriba y a la larga. Las dejamos reposar hasta que doblen su volumen tapadas con un paño de algodón.
Colocamos un trocito de mantequilla fría dentro de los cortes que hemos hecho a cada panecillo con mucho cuidado de no romper o pinchar la masa pues se nos pueden bajar. Así os deberían de quedar antes de meter en el horno,
Acto seguido los metemos en el horno previamente calentado a 180º durante unos 15 o 20 minutos o hasta que estén dorados.
